Faldas, shorts, pantalones, consecuencias del pecado (…) pensarán que estoy loca, pero es la verdad. En el principio cuando Adán y Eva vivían en su hermoso Jardín, no se preocupaban por qué ropa iban a usar durante la semana. Gracias a su pequeña caída se dieron cuenta de su desnudez y decidieron cubrirse.
Mi preocupación es, cuándo debo usar un tipo de ropa y cuándo debo quitármela. Porque pareciera que los sábados mi bello pantalón se transforma durante la noche del viernes en un horrible y feo pecado. ¿Pecado? Eso me han hecho ver quienes me lo prohíben. ¿Por qué preocuparnos tanto por la ropa que vamos a usar si lo importante aquí, según nuestro slogan, es el servicio y la pasión? ¿Por qué prohibir cierta ropa si lo que importa es cuánto has aprendido? ¿Por qué?
Llevo cuatro años tratando de hallar un respuesta convincente, pero hasta la fecha no hay un fundamento que sea fuerte para decidirme a dejar a un lado a mi “amado y bello” pantalón y vestirme mi (también) amada falda. No estoy en contra de las faldas, estoy a favor de las que comprueban que con un pantalón pueden verse formales y mucho más profesionales que con una falda de mezclilla y chanclas.
Mi preocupación es, cuándo debo usar un tipo de ropa y cuándo debo quitármela. Porque pareciera que los sábados mi bello pantalón se transforma durante la noche del viernes en un horrible y feo pecado. ¿Pecado? Eso me han hecho ver quienes me lo prohíben. ¿Por qué preocuparnos tanto por la ropa que vamos a usar si lo importante aquí, según nuestro slogan, es el servicio y la pasión? ¿Por qué prohibir cierta ropa si lo que importa es cuánto has aprendido? ¿Por qué?
Llevo cuatro años tratando de hallar un respuesta convincente, pero hasta la fecha no hay un fundamento que sea fuerte para decidirme a dejar a un lado a mi “amado y bello” pantalón y vestirme mi (también) amada falda. No estoy en contra de las faldas, estoy a favor de las que comprueban que con un pantalón pueden verse formales y mucho más profesionales que con una falda de mezclilla y chanclas.
